¿Qué hubiese ocurrido si...? Reflexiones sobre la ley electoral (I)

 

Un clásico de los días siguientes a la noche electoral son las interpretaciones sobre si un voto vale más en función del territorio al que representes o sobre si nuestra ley electoral penaliza a los partidos pequeños. 

 

El Congreso se compone de 350 diputados que representan a 52 circunscripciones. El reparto de diputados por circunscripción se hace según la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG). En España se utiliza la llamada ley D'hondt, que es un sistema de cálculo proporcional creado a finales del siglo XIX por el jurista belga Victor D'Hondt.

Además de España, lo utilizan muchos otros países como Argentina, Francia, Bélgica, Finlandia, Irlanda, Israel o Japón 1. Hay quien culpa a la Ley D'hont de la falta de proporcionalidad para que los partidos pequeños pudieran obtener escaños en el Congreso. Sin embargo, un análisis detallado sobre nuestro sistema electoral demuestra que Victor D'Hont y su ley no son culpables de nada.

 

¿Es Victor D'Hont el culpable?

 

Tal y como detallan Maria Ramos y Pablo Simón en POLITIKON, continuamente se acusa a la fórmula de reparto, la fórmula D´Hondt, de esta distorsión. Pero no. D´Hondt no es el culpable. Al menos no el principal culpable. Quizá con otras fórmulas como por ejemplo la fórmula Hare el efecto sería algo más proporcional, pero el problema fundamental no está en la fórmula. El “culpable” como se mostrará a continuación es en mayor medida la magnitud del distrito, es decir, el tamaño de las circunscripciones.  Independientemente de la fórmula de reparto, en circunscripciones muy pequeñas es virtualmente imposible un reparto proporcional si hay más partidos en liza que escaños a repartir. Esto es así tanto si la fórmula de reparto es D´Hondt como si los escaños se repartieran por una regla de 3 simple. Pensemos por ejemplo que si sólo hay 3 escaños a repartir y 4 partidos obtienen representación, por mucho que los porcentajes fueran parecidos, es evidente que uno de ellos jamás podrá conseguir representación. Por tanto, la barrera principal para los partidos menos votados no está en la ley estadística en base a la cual se asignan los escaños, sino en el tamaño de las circunscripciones electorales. La división en circunscripciones o distritos electorales forma parte del 99% de los países democráticos del mundo.

 

Estas circunscripciones electorales aseguran el equilibrio y la representatividad de todos los españoles en el Congreso de los Diputados. La existencia de Diputados que pertenecen a una circunscripción concreta es el punto de partida para mejorar la rendición de cuentas del Diputado ante sus electores. Las 52 circunscripciones son la garantía de que todos los españoles están adecuadamente representados en el Congreso a través de los diputados de su circunscripción, sea cual sea su tamaño. Los sistemas electorales del 99% de países desarrollados eligen a sus Diputados en base a distritos o circunscripciones.

 

 

¿Qué hubiese ocurrido con otros sistemas de reparto ante el resultado electoral del 20-D?

 

Los últimos días nos han dejado algunos artículos de opinión tratando de justificar que el resultado electoral hubiese sido muy distinto si España fuese una sola circunscripción electoral. Es cierto, pero... ¿por qué tendríamos que tener una sola circunscripción cuando no ocurre eso en la ley electoral de ningún país desarrollado? Ni siquiera en las elecciones al Parlamento Europeo hay circunscripción única, ya que cada país tiene su propia circunscripción. Las circunscripciones cumplen una función importantísima en nuestro sistema electoral y aseguran que una persona de Soria tenga un número mínimo de representantes en el Congreso y pueda estar en igualdad de condiciones que otra persona que viva en Murcia, en Valencia, en Madrid o en Ávila. Las circunscripciones electorales aseguran que todos los ciudadanos estarán representados en el Congreso de los Diputados, facilitan la rendición de cuentas de los Diputados y mejoran nuestra democracia. Así lo han entendido países con democracias consolidadas como EEUU, Reino Unido, Alemania e incluso Grecia.

 

 

Puestos a evaluar qué hubiese ocurrido con otro sistema electoral, podríamos compararnos con otros países desarrollados y de nuestro entorno para conocer los resultados:

Los resultados en España con el sistema electoral de EEUU

El sistema electoral estadounidense es indirecto, lo que implica que el presidente y vicepresidente son elegidos por un Colegio Electoral configurado tras el voto de los ciudadanos.

 

En las elecciones presidenciales, los estadounidenses eligen a los electores que los representarán en el Colegio Electoral. El Colegio Electoral consiste de 538 electores, por lo que se necesita una mayoría de 270 votos para ganar los comicios. La mayoría de los estados tiene un sistema en el que el ganador se lleva el total de los electores, sin importar la diferencia por la que se imponga.

 

Si en España eligiésemos al presidente con el sistema electoral de EEUU tras los resultados del 20-D, el reparto de Diputados sería:

 

 

PP

242

PSOE

43

PODEMOS

45

Convergencia

10

PNV

8

 

Reparto de escaños con el sistema electoral de Grecia

Si analizamos el caso de Grecia, la ley electoral 'premia' a la fuerza más votada con 50 escaños, incluso si su ventaja sobre la segunda es de un solo voto. El mínimo para entrar en el Parlamento es un 3% de los votos. En Grecia gobierna actualmente SYRIZA cuyas políticas han sido respaldadas por PODEMOS en España. Sin embargo, cuando se discuten los cambios de la ley electoral en España nadie mira a Grecia, donde la fuerza más votada obtiene automáticamente 50 escaños adicionales para facilitar la gobernabilidad. 

 

En Grecia, además de otorgarle 50 escaños extra a la fuerza mayoritaria por haber ganado las elecciones, también existen circunscripciones electorales como en España. Los 300 escaños del parlamento están repartidos en 56 circunscripciones que eligen entre uno y 44 diputados, dependiendo del número de los electores inscritos en cada una.

 

Si en España utilizásemos el sistema electoral de Grecia para elegir a los Diputados del Congreso el resultado aproximado sería:

 

 

PP

173

PSOE

75

PODEMOS

55

Cs

35

PNV

6

CIU

6

IU

2

 

Tal y como puede apreciarse en la estimación realizada, aplicar en España el sistema electoral griego permitiría al PP gobernar con una mayoría suficiente pendiente de pactos puntuales para leyes importantes.

Reparto de escaños con listas abiertas o con el sistema electoral Alemán

El pasado 20 de Diciembre los electores votaron a los senadores en listas abiertas. No hay ningún elemento que pueda indicar que en caso de que en el Congreso existiesen listas abiertas, como existen en el senado, la voluntad del votante cambiase en exceso. La configuración del senado tras las elecciones del 20 de Diciembre con listas abiertas fue la siguiente:

Este resultado podría indicar que la configuración actual del Congreso de los Diputados sería muy distinta si existiesen listas abiertas también para la elección de los miembros de la cámara baja.

En un artículo publicado por el Doctor Victoriano Ramírez González titulado “¿Es tan ecuánime y proporcional el sistema electoral alemán?” se realizan una serie de reflexiones interesantes respecto de la aplicación de este sistema electoral en nuestro país.

 

Según este investigador, importar el sistema alemán requiere dividir España en distritos de  230.000 habitantes

 

El sistema electoral alemán contempla elegir, aproximadamente, la mitad de los escaños en distritos uninominales y la otra mitad en listas cerradas y bloqueadas de partidos políticos, pero de tal forma que la asignación de los escaños a las listas de los partidos se hace teniendo en cuenta los escaños que el partido ha ganado en los distritos uninominales para conseguir una proporcionalidad global. El elector vota al candidato más preferido de su distrito y, en la misma papeleta, emite un segundo voto en favor del partido con el que más se identifica

En España, si el Congreso fuese de 400 escaños y se adoptase el sistema electoral alemán, 200 diputados serían elegidos en distritos uninominales de tamaño casi idéntico (unos 230.000 habitantes por distrito). Así, la provincia de Cuenca podría ser un distrito, pero cualquiera de las otras seis más pequeñas que Cuenca no tendría población suficiente para constituir un distrito. En el caso de Madrid, el distrito actual de Carabanchel tiene unos 200.000 habitantes, con lo que necesitaría una pequeña ampliación para ser un distrito electoral para el Congreso de los Diputados.

 

Un análisis de los resultados en las últimas elecciones del 20-D permitiría estimar un resultado muy parecido al obtenido aplicando el sistema de EEUU. Los 200 diputados elegidos en cada uno de los distritos pertenecerían al partido que ha obtenido el mayor número de votos en cada uno de los distritos.

 

Respecto de los requisitos de un sistema electoral ideal, los expertos lo tienen claro: La clave al diseñar un sistema electoral consiste en compatibilizar alta representatividad con gobernabilidad. Es importante que un país esté bien representado pero, además, tiene que ser gobernado y no se puede estar en continua inestabilidad en el sistema de partidos políticos, que es algo que va ligado directamente al sistema electoral.”

 

Estoy de acuerdo.