6 razones por las que España necesita una reserva estratégica de talento en materia de ciberseguridad

Hace unos meses comenzamos a trabajar en una propuesta desde el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso para constituir en España una reserva estratégica de talento en materia de ciberseguridad. Personas que dedican su vida profesional a mejorar las capacidades de ciberseguridad y ciberdefensa en España comenzaron a enviarnos ideas y sugerencias para poner en marcha esta excelente iniciativa. El talento en España en materia de ciberseguridad se encuentra muy disperso y sería de gran utilidad para el conjunto de nuestra sociedad disponer de él ante ataques que comprometan la seguridad del dominio digital de nuestras administraciones públicas, infraestructuras críticas, ciudadanos o empresas. Existen muchas razones por las que debe impulsarse una reserva estratégica de talento en materia de ciberseguridad, pero hay 6 razones de peso que la hacen imprescindible.

 

1.- Contar con los mejores

Hay personas con extraordinario talento que no desean formar parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado o de las fuerzas armadas pero estarían encantadas de aportar sus capacidades y habilidades en caso de emergencia. Un ejemplo que ha permitido a médicos, arquitectos, ingenieros y profesionales ayudar a proteger y garantizar la libertad en nuestro país lo encontramos en la figura del Reservista Voluntario. La constitución prevee que los civiles puedan aportar temporalmente sus habilidades y experiencia a las fuerzas armadas a través de esta figura y en aquellas unidades que se ajusten a su perfil. Esto permite contar con civiles que se incorporan temporalmente a las fuerzas armadas para poner al servicio de los tres ejércitos su especialización en un campo concreto.

 

La reserva estratégica en materia de ciberseguridad debe articular un mecanismo que permita contar con los mejores, con los más preparados y con aquellos que poseen una amplia experiencia en el sector de la ciberseguridad para que, de forma temporal y ante casos puntuales, puedan aportar sus capacidades ante cualquier emergencia. Los expertos y profesionales que trabajan en el dominio de internet no pueden tratarse como el resto de profesionales. No encaja el modelo clásico de la reserva voluntaria puesto que para luchar en internet es necesario organizarse de forma distinta, pensar de forma diferente y actuar mucho más rápido. Por eso es necesario articular un mecanismo que supere las dificultades que plantea el modelo clásico, dote a los profesionales de las herramientas necesarias y permita una organización ágil a la hora de defender nuestras fronteras y nuestra soberanía en el dominio de internet.

 

2.- Potenciar el sector de la ciberseguridad

Una de las críticas más repetidas contra este proyecto ha sido la relacionada con la retribución de los profesionales que pudieran formar parte de esta unidad. Quizá el nacimiento de este proyecto debe estar apoyado con potenciar al máximo el sector de la ciberseguridad. En los próximos años este sector necesitará 900.000 profesionales cualificados para hacer frente a las amenazas en materia de seguridad de las tecnologías habilitadoras de la cuarta revolución industrial. Personas capaces de prevenir y solventar los problemas asociados a la transformación de los procesos en sectores como el industrial, financiero o sanitario. Conectar cualquier dispositivo a la red supone un riesgo que es necesario analizar, prevenir y controlar. Por ello la reserva estratégica de talento debe nutrirse de este incremento en la demanda de profesionales en el sector y de la mejora de sus condiciones laborales. Pertenecer a la reserva estratégica de talento en materia de ciberseguridad no debe ser un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar personal y profesionalmente en el ámbito civil al tiempo que se pone la experiencia profesional al servicio de España.

 

3.- No son voluntarios, son trabajadores cualificados bien retribuidos.

La reserva estratégica de talento estará formada por personas que han dedicado mucho tiempo, muchos recursos y mucho esfuerzo para formarse en una materia compleja. Deben estar bien retribuidos y considerados como personal altamente cualificado. No se trata de que el estado pueda disponer de ellos como "voluntarios" sin retribución, sino que serán profesionales bien retribuidos en la vida civil que expresan su voluntad de colaborar con España en momentos puntuales. Esta colaboración puntual nunca debe suponer un coste para el profesional. Será necesario articular mecanismos de retribución, reconocimiento y compensación para los profesionales que formen parte de esta unidad.

 

Para el profesional también será rentable en términos personales y profesionales formar parte de esta reserva estratégica de talento. No sólo por el reconocimiento, la retribución o las recompensas que pudiera obtener a lo largo del tiempo. Disponer de formación en el ámbito de la ciberseguridad, estar al día de las últimas amenazas y conocer la evolución de la lucha contra el cibercrimen es también un valor añadido con el que contarán los profesionales que formen parte de este proyecto, y que mejorará notablemente su perfil profesional en la vida civil.

 

No se trata de sustituir a los profesionales en materia de ciberseguridad que ya forman parte de la plantilla de las fuerzas y cuerpos de seguridad, de las fuerzas armadas o de los servicios de inteligencia. Estas plantillas deben potenciarse, mejorarse y dotarlas de los medios necesarios para desarrollar su labor. La reserva estratégica en materia de ciberseguridad está concebida para apoyar y complementar la labor de estos profesionales.

 

4.- Conectar entre sí al ecosistema dedicado a la Ciberseguridad.

Una de las características de la cuarta revolución industrial es su caracter distribuido. Y no me refiero a las tecnologías distribuidas como Blockchain, sino que el conocimiento y el talento también se encuentra distribuido y disperso. No existe concentración y jerarquía. La cuarta revolución industrial la hacen posible pequeños ecosistemas altamente innovadores que se han especializado en un campo concreto. Es en este punto donde conectar al ecosistema dedicado a la ciberseguridad resulta fundamental. Crear una comunidad en el que todos los profesionales estén conectados entre sí y en la que sea posible disponer de información actualizada sobre la forma de combatir y prevenir las amenazas más recientes es uno de los objetivos de este proyecto. Formar parte de este grupo permite disponer de una formación continua con la mejor tecnología disponible. Pertenecer a esta red aporta valor al profesional y mejora las capacidades de España ante cualquier eventualidad. Disponer de esta red, proporciona a España una ventaja competitiva ante cualquier amenaza en materia de ciberseguridad para nuestras infraestructuras críticas, nuestros ciudadanos o nuestras empresas. En definitiva, defendiendo a nuestro país estamos defendiendo a nuestras familias, a nuestros vecinos y a nosotros mismos.

 

5.- Cambian las amenazas y también deben cambiar las respuestas.

El mundo ha cambiado y las amenazas han evolucionado. La seguridad física es importante pero no garantiza el correcto funcionamiento de un país, de una empresa, de una infraestructura. Incidentes como el WannaCry demuestran que pueden paralizarse hospitales o empresas en el dominio de internet. Todo el mundo lo tiene claro, pero ha llegado el momento de considerar internet como un nuevo dominio en el que defender nuestras libertades y nuestros derechos. Cambia el canal a través del cual llegan las amenazas, por tanto deben cambiar también la forma en la que articulamos las respuestas para que estas sean ágiles, eficientes y efectivas. La reserva estratégica de talento supone un nuevo mecanismo para combatir estas nuevas amenazas. Una sociedad hiperconectada supone grandes riesgos que este proyecto puede ayudar a mitigar parcial o totalmente.

 

6.- Estar actualizado, estar alerta.

Cada día aparecen nuevas amenazas, nuevos riesgos, nuevos "parches" que solucionan vulnerabilidades desconocidas hasta la fecha. En la cuarta revolución industrial es necesario estar actualizado para evitar riesgos. Es fundamental estar alerta para responder a las amenazas. El trabajo conjunto del sector público, del ámbito civil y del mando conjunto de ciberdefensa supone que nuestra red de ciberseguridad estará siempre actualizada y alerta. Y esto será siempre en beneficio de nuestro país, que será un poco más seguro para todos los que vivimos y trabajamos en esta tierra.